miércoles, 19 de noviembre de 2008

La lectura




Cuando Paula tenía dos años se sentaba en mi regazo para que le leyera unos cuentos de Barrio Sésamo, de los que teníamos la colección. Pasaba mis brazos por los lados de su contorno y, ella apoyaba la espalda en mi barriga. Mientras yo leía, señalaba con el dedo las palabras que iba pronunciando y Paula seguía este proceso con atención. En unas semanas era capaz de repetir, de memoria, algunos de los cuentos que más le gustaban. Con el dedo hacía el gesto de seguir las palabras con lo que,daba la sensación de leer con una claridad inaudita para una niña tan pequeña. Disfrutamos sorprendiendo con este truco a amigos y familiares. Yo creo que, alguno, no ha salido aún de su asombro. Ahora, con siete años, Paula ha desarrollado un interés extraordinario por aprender. Tiene una facilidad innata en la comprensión del lenguaje, escribe con fluidez y lee con entonación. Comprende e interioriza los textos que tratan en clase muy por encima del nivel medio. Es educada y respetuosa. Colabora con compañeros y profesores y va al colegio con alegría. Pero, aún hoy en día, lo que más le gusta es sentarse conmigo a leer. Uno al lado del otro. 

2 comentarios:

Xerayka dijo...

Hola, una de las cosas que más me unió a mi padre, desde la infancia son auqellos cuentos, que me leia o inventaba y que como niña yo sentia que existian sólo para mi, aprendi muchos de los valores que hoy rigen mi vida gracias al encuentro mágico entre las letras y yo, aún hoy ya vieja siento que el leer me remonta a aquellos días en que mi padre me contaba historias, en que soñabamos juntos lugares imaginarios y mágicos, en donde todo podía ser real, a la distancia cada vez que leo un libro siento su amor y su compañia y esa sensación de grata seguridad de estar junto a Mi Papá.
Encuentro que es un hermoso testimonio de amor el que escribas para tu hija, con los años valoramos mucho la memoria de quienes mas amamamos y será maravilloso para Paula conocer que es lo que sientes como padre por ella. Un abrazo , bendiciones y felicidades.

Sol dijo...

hola, mi papi también me contaba cuentos, creo que siempre eran los mismos y siempre acababan igual "... y fueron felices... comieron perdices... y a nosotros nos dieron.... con los huesos en las narices!!"
Espero que ahora le esté contando cuentos por allá arriba a mi hermanita...

(Cómo habría sido tener una hermana?)